La apendicitis es la inflamación del apéndice, un tubo cerrado de tejido que se encuentra unido al intestino largo en la parte inferior derecha del abdomen. La inflamación puede ocurrir cuando el apéndice se infecta o bloquea con heces, con objetos foráneos o con un tumor.
Su doctor podría utilizar un ultrasonido abdominal o pélvico, una TC de abdomen y pelvis, una RMN de la pelvis, o una radiografía para evaluar su condición. El tratamiento más común para la apendicitis es la extirpación quirúrgica del apéndice. Si el apéndice se rompe y crea un absceso, su doctor podría recomendar un drenaje percutáneo del absceso para extraer de su cuerpo el líquido infectado
Cómo se trata la apendicitis
El tratamiento más común para la apendicitis es una apendectomía, o cirugía para remover completamente el apéndice. Sin embargo, en algunos pacientes, el apéndice puede romperse y llevar a la formación de un absceso, o colección de pus. En este caso, además de la realización de la apendectomía, su médico podría recomendar que se le realice un procedimiento de drenaje percutáneo del absceso, para remover el fluido de su cuerpo. Los pacientes que son sometidos a un drenaje percutáneo del absceso permanecerán hospitalizados por unos pocos días. El seguimiento generalmente se realiza en forma ambulatoria y suradiólogo de intervención se ocupará de asegurar que su recuperación proceda de acuerdo a lo planeado.
La litiasis biliar o colelitiasis es la presencia de cálculos dentro de la vesícula biliar.
La vesícula y las vías biliares cumplen la función de conducción, almacenamiento y liberación de la bilis al duodeno durante la digestión.
El tratamiento de elección en la colelitiasis que dá síntomas es la colecistectomía laparoscópica.
El tratamiento de las asintomáticas es más controvertido.
Tratamiento quirúrgico: la colecistectomía programada
La colecistectomía por laparotomía o laparoscopia (en la actualidad se prefiere esta última técnica por presentar menor morbi-mortalidad).
En la mayoría de los casos se prefiere, siempre que sea posible, su realización de forma programada dos o tres meses después del episodio agudo puesto que la mortalidad es menor.
En general, en cálculos mayores de 2 cm se indica la colecistectomía, puesto que existe muy poca probabilidad de resolución espontánea y existe un riesgo aumentado de carcinoma de vesícula.
En la litiasis múltiple (varios cálculos) asintomática se suele indicar tratamiento quirúrgico por el riesgo de que los cálculos migren desde la vesícula.
Tratamiento no quirúrgico
La conducta expectante: seguimiento siempre que los cálculos no dén molestias.
El tratamiento con ácidos biliares orales.
En niños, no se emplea la litotricia extracorpórea.
Si el cálculo es único y de tamaño inferior a 2 cm, se prefiere la actitud expectante ya que la desaparición espontánea es posible.
En el caso de pacientes con litiasis asintomática o con síntomas leves (cólicos leves e infrecuentes) y en aquellos sintomáticos en los que la cirugía está contraindicada por alto riesgo quirúrgico, se puede indicar tratamiento oral con ácido ursodeoxicólico.
Image copyrightThinkStockImage captionLa picadura del mosquito Aedes es la principal vía de contagio del zika.
El virus del zika ha motivado la primera declaración de emergencia sanitaria global en 2016 por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además frenar la propagación del virus por el mundo, a la OMS le preocupa el presunto vínculo (aún no comprobado científicamente) del zika con miles de casos de microcefalia, especialmente en Brasil.
Dado que muchos de estos síntomas se presentan en casos de dengue y de chikungunya, pueden ser necesarias pruebas de sangre para confirmar el diagnóstico, por lo que se recomienda consultar con un médico.
El zika también es similar a la fiebre amarilla, el virus del Nilo Occidental y la encefalitis japonesa.